En todos los artistas es lo mismo.
Ahora viene a incubar, a sufrir las dudas
y a arder de ansiedad. A comprobar
las relaciones, y a confirmar lo asumido:
lo pondrá todo a escala
sobre el papel...
Pero pobre criatura, después de todo,
la creación viene cantando...
El trabajo de noche en el tablero es
mejor para le creación intensa. Puede
continuar sin interrupciones.
Mientras tanto, las reflexiones atraviesan
la mente... la "cosa adecuada" es la realidad.
(Freud habría dicho lo mismo)
La realidad es espíritu... ¡esencia que anida
justo detrás del aspecto!
¡Atrápala! Y... después de todo, la realidad es
supergeométrica, lanza un sortilegio o un
"encantamiento" sobre toda geometría...
Sí, me parece; eso es lo que
significa ser un artista... atrapar esta
esencia que anida justo detrás del aspecto.
Estas cuestiones aparecen cada una con su
movimiento de pensamiento al margen, como en el trabajo.
Ya amanece.
(Texto escrito por Frank Lloyd Wright en su estudio en los años 40, en su última etapa, tal vez una noche de entrega... donde todo se ve claro)